La relación entre la diabetes mellitus y el deterioro muscular es un tema relevante pero a menudo subestimado en la gestión integral de esta enfermedad metabólica. Si bien tradicionalmente se asocia la diabetes con complicaciones como enfermedades cardiovasculares, neuropatía y problemas oculares, el impacto en la masa y la función muscular merece una atención más detallada.
La diabetes mellitus, especialmente cuando no está bien controlada, puede contribuir al deterioro muscular de varias maneras. Uno de los mecanismos clave es la resistencia a la insulina, una característica común en la diabetes tipo 2. La insulina juega un papel crucial en la regulación del metabolismo muscular al facilitar la captación de glucosa y aminoácidos esenciales para el crecimiento y mantenimiento muscular. La resistencia a la insulina dificulta este proceso, lo que puede llevar a una disminución en la síntesis proteica muscular y, eventualmente, a la pérdida de masa muscular.
«La resistencia a la insulina no solo afecta el manejo del azúcar en la sangre, sino que también interfiere con la capacidad del músculo para utilizar glucosa y otros sustratos energéticos de manera eficiente», explica la Dra. Carla Pérez, endocrinóloga especializada en diabetes. «Esto puede contribuir al debilitamiento muscular y la pérdida de fuerza a lo largo del tiempo», añade.
Además de la resistencia a la insulina, la diabetes también está asociada con un aumento en la inflamación crónica y el estrés oxidativo, procesos que pueden contribuir al daño muscular y la disfunción mitocondrial. Estos factores no solo afectan la estructura muscular, sino que también pueden influir en la respuesta del músculo a la actividad física y al entrenamiento, componentes cruciales para mantener la masa muscular y la funcionalidad.
«Es fundamental que las personas con diabetes comprendan la importancia de la actividad física regular y el entrenamiento de fuerza para preservar la masa y la función muscular», destaca Pérez. «Estos hábitos no solo ayudan a controlar el peso y mejorar la salud cardiovascular, sino que también pueden contrarrestar los efectos negativos de la diabetes en los músculos», subraya.
Además del impacto directo en la masa y función muscular, el deterioro muscular en personas con diabetes puede tener implicaciones más amplias para la calidad de vida y la capacidad funcional diaria. La pérdida de fuerza muscular puede limitar la movilidad, aumentar el riesgo de caídas y afectar la independencia general.
Si bien la diabetes mellitus es conocida principalmente por sus efectos en el metabolismo de la glucosa y las complicaciones vasculares, el impacto en el deterioro muscular es una faceta importante pero a menudo pasada por alto. El manejo efectivo de la diabetes, que incluya control glucémico adecuado, actividad física regular y atención a los factores de riesgo cardiovascular, es fundamental para preservar la masa y la función musculares a lo largo del tiempo.