La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo y se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. La ecocardiografía, una prueba de diagnóstico que utiliza ondas sonoras para producir imágenes del corazón, se ha demostrado que predice mejor el riesgo cardiovascular en pacientes con diabetes.
El criterio ecocardiográfico pico de onda de flujo de llenado precoz diastólica predice mejor la mortalidad y la morbilidad cardiovasculares en pacientes con diabetes frente a aquellos sin diabetes y contribuye a aumentar el valor pronóstico de factores de riesgo establecidos. Esto significa que la ecocardiografía puede ser una herramienta valiosa para los médicos al evaluar el riesgo cardiovascular en pacientes con diabetes.
La ecocardiografía muestra el corazón mientras late, así como las válvulas cardíacas y otras estructuras del corazón. Esta prueba se puede realizar en el consultorio del médico o en un hospital, y no presenta riesgos para el paciente.
Durante el seguimiento medio de 12,4 años, el 35% de los pacientes diabéticos y el 16% de los pacientes sin diabetes llegaron al criterio compuesto de valoración (insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica y muerte cardiovascular). En el modelo, en el que se incluyeron parámetros clínicos y ecocardiográficos, solo el E/e’ predijo de forma independiente los desenlaces.
Entre los pacientes con diabetes, la posibilidad de desenlace era 5 veces mayor para el tertil E/e’ más alto frente al más bajo. Entre los pacientes sin diabetes, los predictores independientes de desenlace fueron el índice de masa ventricular izquierda, fracción de eyección del ventrículo izquierdo y el pico diastólico tardío.
La E/e’ tuvo un valor pronóstico significativo añadido a la puntuación en la tabla de riesgo SCORE y la ecuación de cohorte agrupada de la ACC/AHA entre pacientes con diabetes, pero no en pacientes sin diabetes.
La ecocardiografía es una herramienta valiosa para predecir el riesgo cardiovascular en pacientes con diabetes. A medida que continuamos aprendiendo más sobre la relación entre la diabetes y la enfermedad cardiovascular, podemos esperar ver avances significativos en nuestra capacidad para tratar y prevenir estas condiciones.
