La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a un número creciente de personas en todo el mundo, incluyendo a las personas mayores1. En este artículo, exploraremos los desafíos educativos en la monitorización continua de glucosa (MCG) en personas mayores.
El éxito en el control metabólico de las personas con diabetes radica en una educación individualizada, estructurada, dinámica y continua. Esta educación debe abordar diversos aspectos, como la dieta, nutrición, programa de ejercicios físicos, control de peso corporal, objetivos de control glucémico y la adherencia a un óptimo tratamiento farmacológico1.
La MCG ha transformado la gestión de la diabetes, y en el caso de las personas mayores, puede ser una herramienta valiosa para el manejo cotidiano de la enfermedad1. Sin embargo, nos enfrentamos al desafío de implementar la MCG en personas mayores debido a que el enfoque y manejo de la diabetes pueden variar considerablemente según el estado clínico, cognitivo y funcional de las personas incluidas en este grupo.
Las personas mayores con diabetes se enfrentan a un riesgo significativamente mayor de hipoglucemia debido a diversos factores como la edad, la duración de la diabetes, o menor asociación de sintomatología con valores bajos de glucosa. En el contexto de la MCG en adultos mayores, uno de los objetivos principales, incluso tanto como alcanzar un buen tiempo en rango, es mitigar el riesgo de hipoglucemias1.
La atención centrada en la prevención de hipoglucemias se convierte en un componente fundamental de la gestión de la diabetes en adultos mayores, buscando equilibrar un buen control glucémico con la preservación de la seguridad y la calidad de vida. En el desafío de la MCG en adultos mayores, se perfilan varios retos cruciales que requieren atención1.