La fragilidad y la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) son dos condiciones que presentan desafíos significativos en la atención médica actual. La interacción de estos dos factores de riesgo complejos requiere un enfoque holístico y personalizado para garantizar resultados óptimos en la salud de los pacientes afectados.
La fragilidad es un estado de vulnerabilidad que aumenta el riesgo de resultados adversos, como caídas, discapacidad, hospitalización y muerte. En las personas con DM2, la fragilidad puede ser aún más problemática debido a las complicaciones asociadas con la enfermedad, como la hiperglucemia.
El manejo de la hiperglucemia en pacientes con DM2 debe adaptarse al grado de fragilidad del paciente. Esto significa que los objetivos glucémicos deben ser individualizados, teniendo en cuenta factores como la edad, la esperanza de vida, las comorbilidades y las preferencias del paciente.
Es crucial realizar un cribado de fragilidad en personas con DM2 para identificar de manera precoz a aquellos que podrían beneficiarse de intervenciones específicas. Una vez detectados los pacientes potencialmente frágiles, se debe evaluar el grado de fragilidad en el que se enmarcan a través de una valoración geriátrica integral (VGI).
La VGI es una herramienta multidimensional que proporciona una visión completa de la salud del paciente. Incluye una evaluación de la capacidad funcional, el estado cognitivo, el estado emocional, las condiciones sociales, el estado nutricional y las comorbilidades. De esta manera, se podrán implementar estrategias terapéuticas individuales, farmacológicas y no farmacológicas, que aborden sus necesidades físicas, sociales y psicoemocionales.
Es importante destacar que algunas recomendaciones hacen una mención explícita a favor de primar a los fármacos con resultados favorables en los estudios de seguridad cardiovascular. Sin embargo, la mayoría reduce la aplicación de esta evidencia científica a personas con DM2 y enfermedad cardiovascular establecida.
El abordaje de la hiperglucemia en personas con fragilidad y DM2 a medida que la población envejece y la prevalencia de la diabetes aumenta, resulta imperativo abordar la fragilidad como un componente clave en la toma de decisiones clínicas. Con un manejo adecuado y un enfoque centrado en el paciente, podemos mejorar la calidad de vida y reducir el impacto de la DM2 y la fragilidad en su salud.