El calor extremo puede ser peligroso, especialmente para las personas con diabetes. Aquí te presentamos un resumen de los puntos clave desde una perspectiva médica:
- Efectos del calor en la glucosa en sangre: El calor extremo afecta los niveles de glucosa en sangre. Las personas con diabetes pueden deshidratarse, lo que puede llevar a un aumento en los niveles de glucosa.
- Sensibilidad al calor en personas con diabetes: Las personas con diabetes tipo 1 y tipo 2 sienten más el calor que las personas sin diabetes. Esto se debe a ciertas complicaciones de la diabetes, como el daño a los vasos sanguíneos y los nervios, que pueden afectar las glándulas sudoríparas, dificultando la capacidad del cuerpo para enfriarse.
- Riesgo de deshidratación: Las personas con diabetes se deshidratan más rápidamente en climas cálidos. No beber suficientes líquidos puede elevar la glucosa en sangre, y la glucosa alta en sangre puede hacer que se orine más, causando deshidratación.
- Cambios en el uso de la insulina: Las altas temperaturas y el calor pueden cambiar cómo tu cuerpo usa la insulina. Puedes necesitar controlar tu glucosa en sangre con más frecuencia y ajustar tu dosis de insulina y lo que comes y bebes.
- Índice de calor: Es una buena idea revisar el índice de calor cuando las temperaturas suben. Este índice es una medida que combina la temperatura y la humedad.
La clave en climas de mucho calor es estar atento y controlar el nivel de glucosa en la sangre con frecuencia, y buscar tratamiento de emergencia si es necesario.
Fuente:
El calor y la diabetes son una combinación peligrosa – Diabetes Voice